La finca de Las Vigas es testigo vivo de la Historia del Sur de Tenerife. La casa tiene alrededor de 200 años de antigüedad y su construcción y actual ubicación estuvo vinculada al aprovechamiento múltiple del terreno, el cual fue objeto de un uso diverso, inteligente y sostenible.
Se conservan aún las antiguas cuevas excavadas en las paredes volcánicas, que sirvieron inicialmente como habitaciones, y posteriormente como almacenes agrícolas, graneros y cuartos de apero. En ellas tenemos hoy la bodega, el lagar y una pequeña zona habilitada para comer y compartir momentos con amigos y familia.
También se conservan los bebederos tallados en la piedra, la arquitectura original de la casa y las veredas que conducen a la casa y a antiguas galerías de agua que tan importantes fueron en el pasado. Cada rincón, cada detalle y cada elemento de la finca tiene su propio pedacito de protagonismo en la historia.